
IV Capitulo Provincial , Montiel (España) 13 de abril de 2023. ELECIÓN DEL CONSEJO PROVINCIAL

ºHoy las hermanas han recibido la iluminación por parte de la Hna. Dolores Alexander de la Congregación del Sagrado Corazón con el tema “Cuidar y cultivar. Dos aprendizajes en el camino del discipulado.” y Alfonzo López-Fando con el tema “Píldoras de cuidado y cultivo entre nosotras”Por la tarde hemos tenido diálogo abierto toda la Asamblea. Hemos terminado el día con la Eucaristía presidida por el Padre Franciscano José Luis Coll
En la mañana del día 3º
Las hermanas capitulares han empezado el día poniéndose delante del Señor para un momento de adoración, seguido por la oración de laudes y la Eucaristía presidida por D. Ricardo Fogués, párroco de Benaguacil. Durante la homilía el padre, ha animado las hermanas a vivir este único día, que es la octava de Pascua, con gozo y alegría. A continuación la Hna. Inmaculada Sancho presenta el Informe a la provincia, y la Hna. Soledad salesa el informe económico.
Por la tarde la han dedicado a la recogida de la experiencia de los Círculos de Diálogo con una dinámica activa y experiencial de lo vivido en los mismos.
ornada de retiro Padre Capuchino, Néstor Bernardo Molina. «Sin espiritualidad no hay renovación » Vida en el Espíritu .
El padre, partiendo de la RegB 10,7-12, Comenzamos con dos preguntas:¿puede un hombre medieval decirnos algo a nosotros hombres y mujeres del siglo XXI?¿será conveniente escuchar a un hombre idealista y radical como el hermano Francisco? Y descubrimos que si hoy nos sigue Invitando sus palabras a mirarnos hacia dentro nuestro ser HERMANA. El momento de adoración al Santísimo ha sido, también, una ocasión para orar, desmenuzar y saborear las oraciones de San Francisco, «Alabanzas al Dios Altísimo» y «Oh alto y glorioso Dios». En la sesión de la tarde las capitulares han sido invitadas al cuidado y el cultivo de la vida interior, alcanzando con la practica del silencio, una forma de comunicación compasiva y consciente. Para que todo esto sea posible, si queremos mirar al otro, hemos de aprender a mirar de una vez con compasión y amor.
Iniciamos nuestro IV Capítulo provincial el Domingo de Resurrección, el día de Pascua. El dia más grande para los cristianos.
Jesús le dice: «¡María!»
Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!»
Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: «Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro.»»
Buscamos a alguien, a veces desesperadamente, que nos conozca y a quien conocer: una voz que diga nuestro nombre.
Es el mejor regalo que pueden hacernos. Es la manera para empezar a ser, para crecer en el ser. Para aprender que somos un milagro. Sólo a quien nos conoce y nombra podremos llamar maestro con fundamento.
Con la celebración de inicio en la Casa de Montiel, símbolo de nuestras raíces carismáticas, las hermanas capitulares se han predispuesto a celebrar con intensidad, con corazón disponible y espíritu abierto nuestro el IV Capítulo provincial.
La Hna. María Luisa García Casamian, TC, Vicaria General de la Congregación presidir el Capítulo que concluirá el 14 de abril de 2023, en representación de la Superiora General, Hna. Blanca Nidia Bedoya Salazar, TC.
En esta Navidad del año 2022 de una manera especial nos resuena el anuncio de los ángeles a los pastores:
“¡Paz a la tierra!”
Este deseo y esta promesa desde el año 1968 la iglesia católica lo acogió con la proclamación del primer día del Año Nuevo como jornada de oración por la paz bajo la protección de la Virgen Maria.
El Papa Pablo VI inició esta celebración por las tensiones tan fuertes, que entonces vivía la humanidad: Guerra de Vietnam, guerra de “seis días en Israel y en el Oriente Medio”, guerra de Biafra en Nigeria, brutales conflictos entre razas en USA …
Hoy como entonces las tensiones siguen, están en otras partes del mundo. Todos palpamos como también hoy necesitamos el común esfuerzo por lo menos de orar por la Paz con todo nuestro ser y dedicación.
“Nadie puede salvarse solo”
Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de paz.
Este es el lema de la Jornada Mundial de la Paz 2023. El Papa Francisco dice: “Después de haber palpado la fragilidad que caracteriza la realidad humana y nuestra existencia personal, podemos decir que la mayor lección que nos deja en herencia el Covid-19 es la conciencia de que todos nos necesitamos”.
En esta línea, el Papa agregó: “Nuestro mayor tesoro, aunque también el más frágil, es la fraternidad humana, fundada en nuestra filiación divina común, y de que nadie puede salvarse solo”. Asimismo, mencionó las problemáticas del mundo actual, sin dejar de mencionar la guerra en Ucrania. Y siguió: «En el momento en que nos atrevimos a esperar que lo peor de la noche de la pandemia se había superado, un nuevo y terrible desastre se abatió sobre la humanidad.”
“Fuimos testigos del inicio de otro azote: una nueva guerra, en parte comparable a la del Covid-19, pero impulsada por decisiones humanas reprobables.
La guerra en Ucrania se cobra víctimas inocentes y propaga la inseguridad, no sólo entre los directamente afectados, sino de forma generalizada e indiscriminada hacia todo el mundo; también afecta a quienes, incluso a miles de kilómetros de distancia, sufren sus efectos colaterales -basta pensar en la escasez de trigo y los precios del combustible-”, se explayó.
Además, Francisco sostuvo: “Ciertamente, el virus de la guerra es más difícil de vencer que los que afectan al organismo, porque no procede del exterior, sino del interior del corazón humano, corrompido por el pecado (cf. Evangelio de Marcos 7,17-23)”.
Francisco termina encomendando el mundo entero a la Virgen María: “A todos los hombres y mujeres de buena voluntad, les deseo un feliz año, en el que puedan construir, día a día, como artesanos, la paz. Que María Inmaculada, Madre de Jesús y Reina de la Paz, interceda por nosotros y por el mundo entero”.
Así todos estamos invitados a acoger esta nueva llamada de orar por la Paz.
Ursula Leuffen
JPIC, Provincia Nazaret
La Hna. Blanca Nidia Bedoya Salazar, Superiora general, junto con Hna Marisa García, Vicaria general visitaron el sepulcro del P. Fundador, el día 10 de octubre, para orar de manera especial antes de comenzar su recorrido en este servicio de gobierno.
El día 11 se celebró una eucaristía en nuestra capilla de Massamagrell a la que se invitó a las Hermanas de las comunidades vecinas. Participaron prácticamente todas. A continuación, Hna Blanca Nidia les dirigió unas palabras alentadoras y compartieron una generosa merienda cena.
También se desplazaron hasta la Casa de Espiritualidad de Nuestra Señora de Montiel, el día 12 donde saludaron y conversaron con las Hermanas y recorrieron todas las instalaciones, compartiendo la mesa también con la comunidad. En ambas casas dejaron huella de su paso firmando en el libro de visitas.
En sus últimos días de estancia en España,
Hna Blanca Nidia, acompañada de Hna Marisa visitó las comunidades de los Hogares “Luis Amigó” y “El Olivo” de Madrid, quedando muy contenta con la tarea desarrollada por las Hermanas y los laicos.
“Eso fue –escribió- unas tres horas después de que estallaran las primeras bombas en Kyiv.” Se formaron enormes filas afuera de los bancos, farmacias y tiendas, todos tratando de abastecerse de suministros, sin saber qué iba a pasar a continuación, y este hombre, en cambio, oró al pie de la cruz, a la que rodeó con sus brazos.
Este hombre, en el interior de su corazón, habría sentido que nosotros, los hombres somos incapaces de pacificar pues es sólo Dios quien puede traer la paz al mundo actual que está roto (Filipenses 4, 6-7). Solo él es el Príncipe de la Paz.
La paz, algo delicado y frágil.
En cualquiera de los terrenos que se considere, la paz es una realidad delicada y frágil. Los más de 50 conflictos armados que afligen al planeta nos lo confirman. Es posible que la rutina informativa nos haya anestesiado contra ellos y sobre todo, si suceden lejos, ya no nos afecten. Esto ocurre, sobre todo, con los conflictos que sufren los países empobrecidos.
Pero basta que se desencadene un conflicto entre poderosos (como la guerra entre Rusia y Ucrania) para que todo el mundo entre en crisis. Creíamos que el fantasma de la guerra no existía porque estaba lejos, pero llama a nuestras puertas y el desconcierto nos inunda.
Es frágil la paz entre los humanos. Incluso a nivel personal es también así. La paz huye fácilmente de la casa del corazón. Por eso insistía tercamente Francisco de Asís dirigiéndose a sus hermanos: “Que la paz que anunciáis de palabra, la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones” (TC 58).
La paz, en el núcleo central de la espiritualidad franciscana.
El tema de la paz ha pasado a ocupar un puesto central en el núcleo de la espiritualidad franciscana, junto con la pobreza, la minoridad, la fraternidad o la alegría. De esta manera, la paz adquiere rango espiritual de primer orden: no es solamente una virtud humana, sino el camino para el logro cristiano, para la “salvación”.
«En toda predicación que hacía, antes de proponer la palabra de Dios a los presentes, les deseaba la paz, diciéndoles: “El Señor os dé la paz”. Anunciaba devotísimamente y siempre esta paz a hombres y mujeres, a los que encontraba y a quienes le buscaban.» (1Cel 23).
La comprometida oración por la paz.
El don de la paz no es una dádiva graciosa que se ha de lograr sin el compromiso, verdadero trabajo espiritual, del creyente. Orar por la paz es comprometerse en los trabajos por la paz. Efectivamente, la oración constante por la paz supone un acercamiento a los conflictos humanos y a la postre, una indudable implicación. La oración constante tiene la virtualidad de comprometer a los orantes que perciben que una oración sin compromiso es una oración sin raíces.
Celebración del Espíritu de Asís el 27 de octubre 2022
Orar por la paz es elegir el bien y trabajar por la paz sobre todo en estos momentos del año 2022 tan confusos y terribles donde la palabra guerra resuena en cada esquina.
Se acerca la fecha de la celebración del Espíritu de Asís, el 27 de octubre, bajo el lema:
¿qué es el espíritu de asís?
Nosotras, las hermanas Terciarias Capuchinas, nos unimos a este espíritu de Asís e invitamos a unirse con toda la familia franciscana a orar por el don de la Paz.